Hoy comprendo que soy Uno con Toda La Bondad; mi Dios y
yo somos Uno.
No puedo esconderme de Su rostro.
Te contemplo, oh, Altísimo, entronando en mi templo carnal.
Tu lugar secreto está dentro de mí.Siento Tu presencia,
Escucho Tu voz, y me regocijo en Tu Laz.
Hoy, mi cuerpo responde a la Orden Divina: “Se perfecto.”
Conozco mi perfeccíon y mi integridad; ahora mismo estoy
complete y soy perfecto.
Deja que todo pensamiento de enfermedad se aleje de mí, y que
Tu Luz me illumine.
Oh, Luz Eterna, oh, Luz de mi Vida, estoy en Tu Presencia con gozo y gratitude.
Así es.
- La Ciencia De La Mente
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