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viernes, 15 de abril de 2011

aprender a creer

         55:10 "Porque cuando cae la lluvia, y la nieve del cielo, y no regresa más allá, sino que moja la tierrea, y la hace venir y brotar para que pueda dar semilla al labrador, y pan al hambriento:

        11: Así será mi palabra que sale de mi boca: ella no regresará vacía, sino que cumplirá con aquello que me place, y prosperará en la cosa a donde la envíe". - se atribuye al Profeta Isaías, La Sagrada Biblia, La Torah


"Señas seguirán a aquellos que creen. Pero el punto de partida es en nuestro propio ser. Es exactamente dentro de nosotros donde esta Verdad, esta Realidad espiritual está localizada. Si deseamos tener fe para usarla, nosotros debemos aceptar La que ahí está. Usando La nosotros no cambiamos la naturaleza de las cosas. Cuando la gente creía que el mundo era plano, seguía siendo redondo. Pero nosotros podemos cambiar nuestra relación con la Realidad. "Y conocerás la verdad y la verdad te hará libre". - Ernest Holmes, 10 Ideas Que Hacen Una Diferencia



El Dr. O.C. Smith inició su boletín mensual de tratamiento de oración por la Iglesia Ciudad de Los Angeles en Noviembre del 2001 con las palabras: "Yo creo en mí oración y en la respuesta a ella". En estas palabras tenemos la perfecta afirmación de fe y de creencia. Implican estas palabras que cualquier palabra que siga será palabra de verdad para la persona que acepta y cree en el poder de su palabra y en la naturaleza de la Divina Inteligencia para responderles a ellos, en forma afirmativa. Cuando nosotros usamos palabras poderosas tales como esas, nuestra mente está dirigida hacia la aceptación y la receptividad del bien que nosotros deseamos. Esta aceptación es de máxima importancia si vamos a experimentar eso por lo que rezamos.



Una de las verdades más importantes que nosotros podemos recordar es que "Dios no hace diferencia de personas" ... y en este conocimiento nosotros podemos saber y creer que no tenemos que ser una personas con gran conocimiento de cosas espirituales para poder demostrar aquello que hemos llegado a creer. Un gran maestro una vez instruyó a sus estudiantes a "poner en práctica la verdad que ustedes conocen ahora". El maestro sabía que la práctica automáticamente expande nuestra consciencia y nuestra habilidad para demostrar un mayor bien en nuestra experiencia. Nada nos puede detener de "conocer la verdad que nos hará libres" sino nuestra propia resistencia a poner en práctica la verdad que nosotros sabemos. La vida expande sus niveles de desarrollo; ejemplo: un bebé primero gatea, luego camina con piernas débiles y comienza a caminar derecho con estabilidad, y luego corre. Con frecuencia la gente fracasara en poner en práctica el conocimiento espiritual porque ellos tienen miedo de que fracasarán, pero como el bebé esos niveles de gatear, caminar con débiles piernas, pararse y correr representan los años de evolución humana.



Cuando hablamos "nuestra palabra" nosotros no la decimos a nadie sino a nosotros mismos y a D-s dentro de nosotros, presente en nosotros, y rodeándonos ... todos sabramos rápido cuando hemos demostrado lo que sea aquello por lo que oramos. En algunos libros del siglo 19 sobre cristianismo práctico, encontramos la afirmación " que la mente que estaba en Cristo Jesús esté en mí" ... y mucha gente falló en darse cuenta que esta mente ya estaba en sus mentes ... hay sólo Una Mente, la cual es el Espíritu ... y todos estamos "tomando parte" de ella, o usando, esta Unica Mente, Espíritu, cuando quiera que pensamos, soñamos, imaginamos o usamos la Mente de alguna manera. Tal como la Mente Maestra Jesús, depende de nosotros aprender a creer en esta Inteligencia que se mueve a través de nuestra mente como pensamiento e imaginación.



Regresemos a la frase del Dr. O.C Smith, "Yo creo en mi oración y en la respuesta a ella" ... Yo puedo creer en ésto "ahora" ... No lo puedo creer para mañana, para ayer, sólo ahora ... y así que ahora, yo debo hablar mi palabra a aquello en lo cual yo creo. Eso es lo que el radical Jesús hizo, se la dijo ... a D-s dentro de sí mismo hasta que él creyó en ella. Nada ocurre hasta que creemos y nuestra creencia es más poderosa cuando la hablamos.



El Dr. Rober Bitzer escribió en su libro "Colección de Ensayos": "Las decisiones dan a la Vida propósito. Tu crecimiento es el resultado de tus decisiones conscientes. Ellas representan como tú estás dirigiendo tu creatividad. Ajustándote tu mismo a situaciones sobre las cuales no tienes control no trae crecimiento espiritual. Tal experiencia desarrollaría tolerancia, paciencia y tranquilidad; pero meramente acepta el status quo y rechaza su oportunidad de elección consciente".



Nosotros hacemos la decisión dentro de nuestra propia mente si queremos desarrollar más tolerancia, paciencia y tranquilidad ... o ¿queremos nosotros trascender el status quo y experimentar algo nuevo o más grande? Personalmente yo no tengo infinita tolerancia, paciencia o tranquilidad. Yo se esto y lo acepto como verdad para mí. Y no veo ésto como negativo sino como una elección para no quedar estancado en el status quo. Demasiado frecuente, nuestra tolerancia, paciencia y calma pueden volverse frustración o estancamiento o sentimiento de rezago. Algunas personas usan la admonición para "esperar en el Señor" como una excusa para postergar las cosas o sólo para no hacer nada sino "esperar" ...eso no es de verdad lo que en verdad signfica admonición. Quiere decir esperar hasta que hayamos tenido suficiente de lo que quiera por lo que hemos tenido paciencia, tolerancia o presión ... y entonces conscientemente desarrollamos una ley dentro de nuestra mente que la deja detrás nuestro. El pensamiento consciente desarrolla consciencia y una consciencia que cree en nuestra oración y en la respuesta a ella, es poderosa.



"Yo creo en mi oración y la respuesta a ella" porque yo se que el Espíritu a través del Amor y la Ley me responde tan automática e inmediatamente como lo hace la ley de la gravedad ... "mi palabra conseguirá aquello que me place, y prosperará en la cosa a donde la envié" ... cuando yo aprenda a creer.

¡Y ASI ES!


¡Mantengan la fe!
Reverendo Dr. Henry Lee Bates