Faith Offering / Donation


 

martes, 11 de octubre de 2016

auto-realización es ... integración ... El Camino a Una Vida Maravillosa

             Para escuchar este mensaje y mensajes similares a partir de la emisión de radio, haga clic aquí [click here]  presione aquí.

                 Una de las maneras en las cuales realizamos la maravillosa vida es vivir una vida libre de pensamientos imperdonables.  Esos pensamientos no están limitados a las aparentes maldades hechas contra nosotros o las maldades aparentes que nosotros hemos hecho contra alguien más ... a aquellas cosas que nosotros u otros han fallado en hacer.  Esos son sino efectos materiales de consciencia y pueden ser corregidos con facilidad en la mayoría de los casos para aquellos con sabiduría de entendimiento espiritual.  Ahora, hay algunos que nos dirán que el perdón es acerca de permanecer en el pasado y que cuando buscamos vivir en el "Ahora" esos pensamientos desaparecerán.  Esto es verdad hasta cierto punto, pero al punto en el cual se nos "recuerda" de aquello que crea la necesidad del perdón, se hace presente en nuestro "Ahora" y que es la razón por la cual necesitamos ir más allá del perdón sin eficacia.

            Tratemos de entender estas palabras de Phineas Parkhurst Qumby al nivel más profundo posible para nosotros ... "Cada hombre es una parte de Dios, hasta ahora ya que él es Sabiduría. Así que te diré lo que yo se, no lo que creo.  Yo dijo que yo sabía que yo estaba aquí.  No alabo a ningún Dios excepto a mi mismo y yo te dire lo que El me ensena. En primer lugar El no me pone ninguna restricción, de hecho El está en mí y así como me conozco a mí mismo yo lo conozco a El; entonces yo y Dios somos uno, tal como mis hijos y yo somos uno.  Entonces para darme gusto, yo le doy gusto a Dios y darñarme a mí mismo es dañar a mi Dios. Entonces todo lo que tengo que hacer es agradarme a mí mismo. Ahora como Dios y yo somos uno así tú y yo somos uno agradarme a mí mismo es agradarte a t
í, y herirme a mí mismo es herirte a tí, así como te juzgo a tí me juzgo a mí mismo. Como tú y yo somos uno, tú y tu prójimo son uno, y amar a tu prójimo como a tí mismo es mucho más que todas la oraciones hechas por todos los sacerdotes del mundo.  Yo se que si otro me hace algo tal como me haría en iguales circunstancias, yo me siento bien, porque yo no juzgo a ningún hombre. Yo no me juzgo a mí mismo, porque mí conocimiento de esta Sabiduría es tan simple para mí como mis sentidos".

            Realizar que perdonar a  nuestro prójimo como desearíamos ser perdonados es liberar en nosotros ese sentido de "separación" que es meramente una ilusión material/física. Cuando realizamos que lo que se hace a otros es hecho a nuestro ser es el inicio de un sentido de auto-realización que atráe hacia nuestra mente un sentido más profundo de perdón y simpatía.  ¿Podemos nosotros perdonar a alquien que nos hace mal sabiendo el mayor peso de lo malo está adentro de ellos? Nosotros podemos realizar la respuesta de la Mente Maestra Jesús a esta pregunta en estas palabras:  "perdónalos Padre porque ellos no saben lo que hacen". Y ésta es la verdad para
todos y para cada situación. En realidad nosotros no perdonamos a una persona sino a una consciencia que fracasa en realizar la verdad de lo que ha estado haciendo. Perdonar a la persona nunca elevará la consciencia para la resolución.  Solamente una profunda auto-realización interna puede lograr ésto.  Perdonar a la persona en muchos casos se convierte en un poder capacitador que perpetúa lo incorrecto.

            He aquí más sabiduría del Sr. Quimby para que pensemos:  "Jesús quería introducir esta ciencia, la cual El llamó Cristo.  Esta ciencia desplazó a todas las opiniones del día de Jesús.  El no tenía ni cielos ni infierno afuera del hombre, no hay felicidad o miseria afuera de nosotros.  Su Dios estaba en El y en nosotros, y sus oraciones estaban en El y en nosotros, y Su vida y la nuestra estaba en este Cristo o creencia, y esta creencia fue la ley que El puso en todos nosotros.  Si esta ley pudiera ser comprendida, nos sacaría de todos los males que están grabados en la humanidad.  No mantendría al hombre en la ignorancia de sí mismo, sino que lo exaltaría en el mundo natural.  Lo liberaría de la superstición del mundo, haría que los hombres alabaran a Dios, no como un hombre que podría ser halagado por nuestra hipocresía  sino como un Dios de conocimiento, como una cien cia que da a cada hombre tan sólo lo que aprende.  Aquellos que Lo buscan en la oración deseando aprender Sus leyes serán recompensados sólo en proporción a su trabajo.  El no pide oraciones por Su bien, y una oración compuesta de palabras se pierde toda a menos que sea acompañada por el bien hecho a otros, y si nosotros  hacemos el bien unos a otros nuestra oración está en el hecho".

            Realicemos al igual que hizo la Mente Maestra Jesús que la vida es Espíritu y que en este Espíritu todos somos Uno; connectados, entrelazados, y que todas nuestras acciones son como una hebra doble que teje su camino a través de nuestra mente, nuestro corazón y nuestra alma. Pensemos acerca de estas palabras del libro del  Dr. Frank Richelieu, "The Art of Being Yourself" y
dile estas palabras a tu ser ahora mismo como la verdad de tí:  "Yo tengo el poder de la elección y uso este poder para guiarme a mí mismo  en la dirección correcta.  Yo me guío en la dirección de mi deseo. Yo dirijo mi vida. Yo enfrento cualquier problema el cual se presenta con calma sabiendo que si yo veo la respuesta de la manera correcta; yo me haré más fuerte y más sabio. Yo elijo el camino de responsabilidad y poder personal".

            Es nuestra responsabilidad personal desarrollar ese sentido de auto-realización que no hace realizar nuestra integración con toda vida; gente y todas las otras especies.

¡Y ASI SEA!

¡Mantengan la fe!
Rev. Henry Bates