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domingo, 5 de abril de 2009

Espiritualidad del Domingo de Ramos

" Yo ahora acepto la accion creativa de las palabras que yo he pronunciado como la ley y la cosa hacia donde estan dirigidas. Ellas cumplen inmediatamente su cometido. Ahora mismo ellas se han cumplido totalmente. No hay restraso, no hay nada que pueda prevenirlas ahora de haber total y completamente cumplido su cometido en mi experiencia. Ellas son palabras de poder y de bien. Yo las acepto, yo se que son la verdad de eso que yo soy. Y en ellas y a través de ellas Dios nace hacia una nueva creación. Está ahora hecho, está ahora completo. Por este conocimiento, por este entendimiento, yo estoy agradecido. Yo doy gracias de que todo esto así es. Yo se y acepto que hay Una Vida, esa Vida es Dios, esa Vida es perfecta, y esa Vida es mi vida ahora. Ahora mismo así es". - Ernest Holmes, Un Nuevo Diseño para Vivir ( A New Design For Living)

La Biblia está llena de simbolismo, y como con todos los símbolos, ellos se prestan para muchas interpretaciones. Y ahí es dónde nosotros encontramos el valor en la historia del "Domingo de Ramos" , entendiendo el simbolismo. La rama de palma fue un símbolo de triunfo y victoria en la tradición Judía ... y Jesús siendo Judío estaba consciente de esto. Jesús quiso entrar en Jerusalén en triunfo y victoria, dando a conocer que el tenía completa fe en su demostración de cambiar el pensamiento religioso de su época y el propósito de su ministerio. La multitud los aclamó alzando palmas y colocando una alfombra de ellas a su paso, lo cual fue evidencia de que ellos también, pensaron que él había triunfado por sobre los fundamentalistas religiosos. La turba, por supuesto, pensó que él era el Mesías Judío, o por lo menos tenían la esperanza de que el era.

Muchos Judíos en esa epoca creyeron que la símbolica entrada triunfante de Jesús
en Jerusalén significó que el iba a expulsar a los romanos de la Tierra Prometida. Pero, el montaba en un burro, lo que él había pedido especificamente. Y el burro era un símbolo de paz, no de guerra. En otras palabras él fue el "Príncipe de la Paz" ... no el que iba a expulsar a los romanos de la Tierra Prometida. Sus enseñazas fueron testigo de su misión de paz, de no juzgar y del amor incondicional. Pero, no fueron solo los Judíos en este día en Jerusalén que no comprendieron esto, los autores de los dogmas religiosos ligados a las teologías que intentaban "seguirlo" tampoco comprendieron ésto. Sus últimas palabras a sus discípulos previo a la crucifixión fueron: "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo" (Juan 14:27)

Y así realizamos por medio del ejemplo de Jesús, que aún cuando nuestra fe pueda dirigirnos a creer en el Bien, nuestras experiencias, como nuestras consciencias se aprestan para preparse para el Bien, no son siempre maravillosas. Habrá momento de triunfo y victoria, como también momentos cuando podemos sentirnos tentados a desesperarnos. Porque, para poder adoptar lo nuevo ... debemos dejar atrás lo viejo. Y a menudo, es después de nuestro momentos de júbilo y triunfo, que pasamos por esta experiecia. Y ésta es la lección oculta en la historia del Domingo de Ramos/Viernes Santo, la historia del triunfo de Jesús y la crucifixión.

"Estas cosas que yo hago, y cosas más grandes aún harán ustedes" , dijo el místico Jesús. Pero, la mayoría de nosotros ha mal entendido esas palabras. Para ser un verdadero místico, nosotros tenemos que mirar más allá de sus palabras, hacia lo que hay detrás de ellas. "Estas cosas que yo hago .... él enfrentó una mala traición por uno de sus discípulos ... él enfrentó el triunfo y la victoria una y otra vez cuando él sanó a los enfermos y realizó "los llamados milagros". Sus discípulos de confianza dijeron que no lo conocían cuando los solados romanos vinieron a arrestarlo ... a pesar de todo, él nunca perdió su fe en Dios, el Padre. Aún cuando las escrituras nos dicen que él fue crucificado, su consciencia continúa impactando al mundo aún hoy en día.

En la realización que revela el Domingo de Ramos de que nosotros, también, estamos en un viaje lleno de triunfos, desilusiones, júbilo, traiciones, y victorias, nosotros podemos saber dentro de nosotros mismos, que el Espíritu está siempre con nosotros, trabajando para nosotros. "Tu fe te ha hecho libre", declaró el místico Jesús en dos evangelios; Marcos y Mateo ... y cuando nosotros mantenemos fe en Dios ... en el Bien, nosotros podemos saber que también es verdad para nosotros.

¡Y ASI ES!

¡Mantengan la fe!

Rev. Dr. Henry Lee Bates

Espiritualidad del Domingo de Ramos

" Yo ahora acepto la accion creativa de las palabras que yo he pronunciado como la ley y la cosa hacia donde estan dirigidas. Ellas cumplen inmediatamente su cometido. Ahora mismo ellas se han cumplido totalmente. No hay restraso, no hay nada que pueda prevenirlas ahora de haber total y completamente cumplido su cometido en mi experiencia. Ellas son palabras de poder y de bien. Yo las acepto, yo se que son la verdad de eso que yo soy. Y en ellas y a través de ellas Dios nace hacia una nueva creación. Está ahora hecho, está ahora completo. Por este conocimiento, por este entendimiento, yo estoy agradecido. Yo doy gracias de que todo esto así es. Yo se y acepto que hay Una Vida, esa Vida es Dios, esa Vida es perfecta, y esa Vida es mi vida ahora. Ahora mismo así es". - Ernest Holmes, Un Nuevo Diseño para Vivir ( A New Design For Living)

La Biblia está llena de simbolismo, y como con todos los símbolos, ellos se prestan para muchas interpretaciones. Y ahí es dónde nosotros encontramos el valor en la historia del "Domingo de Ramos" , entendiendo el simbolismo. La rama de palma fue un símbolo de triunfo y victoria en la tradición Judía ... y Jesús siendo Judío estaba consciente de esto. Jesús quiso entrar en Jerusalén en triunfo y victoria, dando a conocer que el tenía completa fe en su demostración de cambiar el pensamiento religioso de su época y el propósito de su ministerio. La multitud los aclamó alzando palmas y colocando una alfombra de ellas a su paso, lo cual fue evidencia de que ellos también, pensaron que él había triunfado por sobre los fundamentalistas religiosos. La turba, por supuesto, pensó que él era el Mesías Judío, o por lo menos tenían la esperanza de que el era.

Muchos Judíos en esa epoca creyeron que la símbolica entrada triunfante de Jesús
en Jerusalén significó que el iba a expulsar a los romanos de la Tierra Prometida. Pero, el montaba en un burro, lo que él había pedido especificamente. Y el burro era un símbolo de paz, no de guerra. En otras palabras él fue el "Príncipe de la Paz" ... no el que iba a expulsar a los romanos de la Tierra Prometida. Sus enseñazas fueron testigo de su misión de paz, de no juzgar y del amor incondicional. Pero, no fueron solo los Judíos en este día en Jerusalén que no comprendieron esto, los autores de los dogmas religiosos ligados a las teologías que intentaban "seguirlo" tampoco comprendieron ésto. Sus últimas palabras a sus discípulos previo a la crucifixión fueron: "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo" (Juan 14:27)

Y así realizamos por medio del ejemplo de Jesús, que aún cuando nuestra fe pueda dirigirnos a creer en el Bien, nuestras experiencias, como nuestras consciencias se aprestan para preparse para el Bien, no son siempre maravillosas. Habrá momento de triunfo y victoria, como también momentos cuando podemos sentirnos tentados a desesperarnos. Porque, para poder adoptar lo nuevo ... debemos dejar atrás lo viejo. Y a menudo, es después de nuestro momentos de júbilo y triunfo, que pasamos por esta experiecia. Y ésta es la lección oculta en la historia del Domingo de Ramos/Viernes Santo, la historia del triunfo de Jesús y la crucifixión.

"Estas cosas que yo hago, y cosas más grandes aún harán ustedes" , dijo el místico Jesús. Pero, la mayoría de nosotros ha mal entendido esas palabras. Para ser un verdadero místico, nosotros tenemos que mirar más allá de sus palabras, hacia lo que hay detrás de ellas. "Estas cosas que yo hago .... él enfrentó una mala traición por uno de sus discípulos ... él enfrentó el triunfo y la victoria una y otra vez cuando él sanó a los enfermos y realizó "los llamados milagros". Sus discípulos de confianza dijeron que no lo conocían cuando los solados romanos vinieron a arrestarlo ... a pesar de todo, él nunca perdió su fe en Dios, el Padre. Aún cuando las escrituras nos dicen que él fue crucificado, su consciencia continúa impactando al mundo aún hoy en día.

En la realización que revela el Domingo de Ramos de que nosotros, también, estamos en un viaje lleno de triunfos, desilusiones, júbilo, traiciones, y victorias, nosotros podemos saber dentro de nosotros mismos, que el Espíritu está siempre con nosotros, trabajando para nosotros. "Tu fe te ha hecho libre", declaró el místico Jesús en dos evangelios; Marcos y Mateo ... y cuando nosotros mantenemos fe en Dios ... en el Bien, nosotros podemos saber que también es verdad para nosotros.

¡Y ASI ES!

¡Mantengan la fe!


Rev. Dr. Henry Lee Bates