Faith Offering / Donation


 

martes, 29 de marzo de 2016

Re-Clame las promesas de la Verdad Eterna

           La llegada de la Primavera y la observación del Viernes Santo y de la Pascua de Resurrección nos ofrece  la oportunidad de dar una mayor atención a nuestra relación con D-s, el Espíritu Infinito.  La Primavera nos da la evidencia de la renovación, el crecimiento y la expectativa del renacer y del cambio.  El Viernes Santo nos recuerda que la muerte de lo físico es una realidad para todos los seres vivientos y aún los más sanos entre nosotros saben que algun día nos encontrará la muerte. Y luego la Pascua sigue con la "resurrección y la vida" y así nosotros realizamos que la muerte no es fatal sino una transición de nuestra vida de forma física de vuelta el espíritu que es nuestra verdadera naturaleza.  Yo estoy seguro que la mayoría de ustedes han escuchado decir o leer algo similar a ésto, quizás aún muchas veces.  Pero cuando nosotros elevamos nuestra consciencia humana a la consciencia divina, la muerte se convierte en la realización de un "nuevo comienzo" en lugar del final.  Y tal vez existen aquellos que todavía no están seguros de que el Maestro Jesús fue un hombre conviertiéndose en Dios pero su trascendencia en Espíritu y su consciencia altamente elevada es lo que le dió a él la habilidad de no solamente hablar del Gran Más Allá sino que le permitió hacerse visible no sólo fue algo único para él sino que "cosas más grandes tú harás" que él trato lo mejor para hacer aquellos que aún vivían en una plena consciencia humana terrenal pudieran comprender.

            La verdad de la vida después de la muerte no se originó con los autores del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia. En el Libro de Job nosotros podemos leer: Job 1926  Y después de deshecha mi piel , en mi carne he de ver a Dios; 27 Al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mí.  Y en el Salmo 16: 10  Porque tú no dejarás mi alma en el infierno; ni permitirás que tu santo vea corrupción. 11  Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; a tu dieztra hay delicias para siempre".  Esta verdad entró en la consciencia humana aún cuando hay algunos pocos que podrían aceptarla en el momento revelada. Y la consciencia humana que continúa creyendo en un infierno y en un cielo como destino final aún no ha obtenido la consciencia de esta poderosa verdad eterna.

            El Maestro Jesús nos dió esta absoluta verdad cuando él dijo, "Yo soy la resurrección y la vida". Y este eterno, infinito "Yo soy" es D-s Espíritu, Poder e Inteligencia dentro de la humanidad y él la conocía porque él vivió en la consciencia-Dios hasta que él tuvo la suprema realiación de la Verdad. "¿No saben que ustedes son dioses?" dijo él con un sentido de frustración por la incapacidad de aquellos a su alrededor de entender lo que sabía tan absolutamente.  Esas no fueron las palabrtas de un místico enojado o revolucionario sino las palabras pronunciadas desde el más alto nivel de la Verdad conocido por la humanidad. Esas fueron palabras que desafiaron la mayoría de lo que los religiosos estaban enseñando en su época y la mayoría de lo que se enseña en las religiones que hoy en día lo identifican a él como su salvador. Y lo que quiso decir con "ustedes son dioses" es que somos de la naturaleza del Unico; el Espíritu Eterno, la Vida y la Inteligencia.

            La iluminada mente de Christian D. Larson reveló la inteligente respuesta ante la pregunta sobre vida después de la muerte: " Cuando nosotros preguntamos "si un hombre muere, ¿vivirá nuevamente?" nosotros probamos a aquemos que comprenden que estamos vivos en la persona, y que aún pensaremos de nosotros que somos personas. La persona fallece, y por lo tanto mientras nosotros pensemos que somos personas nosotros pensamos que también moriremos; pero no estamos seguros si pasaremos a una nada o a otra vida; no sabemos porqué no hemos despertado hacia esa consciencia de vida eterna que conoce.
            No dudamos más, sin embargo, cuando nosotros descubrimos la verdadera vida del alma, y encontramos que no somos personas sino entidades espirituales. Si usted desea convencerse a sí mismo que usted va a vivir después que se ha quitado el cuerpo físico, no busque señas misteriosas en la nada; busque en su lugar la vida real en el interior.
            Mientras más profundo usted entre la vida real más completamente realizará que no hay fin en su propia vida.  La consciencia externa le informa que usted tiene vida; la consciencia interna informa que no hay fin en su vida, y para la mente la una es tan convincente como la otra".

            Yo creo que cada uno de nosotros tiene la habilidad de tocar parte de nuestra alma que conoce en verdad que somos espíritus teniendo una experiencia humana y que ésta es sino una encarnación de nuestro espíritu-vida que vivirá por toda la eternidad. Esta es una verdad eterna que debemos reclamar aunque nuestra consciencia humana pueda hallar un millar de maneras por las cuales negar que así es.  Aceptar la realidad de que hay solamente Una Vida y esa Vida es D-s expresándose a través de nosotros como nacimiento y muerte y la resurrección no niega nuestra experiencia humana la cual es un don sino nos permite trascender toda morbosidad que el mundo le ha asignado a la muerte.  El Espíritu mezcla nuestra mente con la verdad conocida al nivel de nuestra alma y eso es porque el hombre primitivo del Antiguo Testamento y de la Torah y las almas luminadas eternamente evolucionando del Nuevo Testamento han sido una  entrada y una salida para que el Espíritu-Inteligencia, revele la verdad a la humanidad a través de los tiempos. Hay una sola Verdad tal como hay solamente Una Mente, Una Inteligencia, Un Espíritu, Un Poder ... El Unico ... a través de usted y yo y de todos. Esto es el porqué nosotros podemos creer en la eternidad, la inmortalidad y la continuidad del alma individual, para siempre y eternamente expandiéndose.

¡Y ASI SEA!

¡Mantengan la fe!
Rev. Henry Bates