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lunes, 20 de mayo de 2013

EL DINERO PUEDE comprar la felicidad

     Eric Butterworth, "Spiritual Economics" Chapter 9, The Money Enigma -"Una encuestra fue realizada por el departamento de investigaciones de una universidad grande. En essencia, ellos querían saber que efectos había tenido el dinero en las vidas de la gente. Tres resultados de la encuesta:
¿Qué preocupa más a la gente? ¡El dinero!
¿Qué es lo que más hace feliz a la gente? ¡El dinero!
¿Qué es lo que más hace infeliz a la gente? ¡El dinero!
            Usted puede decir que esos resultados no lo incluyen a usted, porque su mente está fija en Dios como una substancia siempre presente. Pero no importa cuan noble sean sus ideales espirituales, no importa cuantas afirmaciones poderosas de la Verdad pueda usted recitar de memoria, todavía usted tiene que pagar sus cuentas. Emerson obviamente experimentó dificultades con esto. El cuenta de un hombre que "se elevó hasta las alturas empíreas y bajo hasta las profundidades inimaginables, pero nunca pagó en efectivo".
            Hemos aprendido que la verdad espiritual es con frecuencia en directa oposición con muchas de las ampliamente sostenidas creencias en la consciencia colectiva. Del diario vivir hemos aprendido que "el dinero no compra la felicidad" y con este punto de vista negativo del dinero muchos se han encontrado en la pobreza y con deudas.  Nuestra relación con el dinero determina cuanto dinero tendremos para nuestro uso ... y cuanta alegría tendremos con él. Eric Butterworth escribe para  nosotros lo siguiente para realizar el rol del dinero en las vidas de aquellos tanto científicos como espirituales" "El dinero mantuvo a Albert Schweitzer en las húmedas y calientes selvas de Africa donde el trabajó desinteresadamente por los nativos. Gandi, en su extrema pobreza, en sus viajes por la India con su túnica rústica y su rueca pobre, dando la imagen de una extrema pobreza, requirió mucho dinero para el vivir con su séquito. Uno de sus seguidores dijo, "se requiere una inmensa cantidad de dinero para mantener a Gandi viviendo en la pobreza". Aún Jesús y sus discípulos fueros apoyados por el dinero. Este aspecto de su ministerio es ráramente considerado, ya que a Jesús le habían dado una imagen de una mago quien simplemente podía sacar dinero del aire. En el capítulo octavo de Lucas, hay una frase reveladora: "Ciertas mujeres ... le administraron a él su substancia (dinero) (Lucas 8:2-3 KJV). Que podría estar más claro que algunos de sus seguidores eran mujeres con medios económicos que simplemente pagaron gran parte de sus gastos".
            Dinero dado con un sentimiento de abundancia es dinero dado con el espíritu correcto. Compartir nuestros bienes y ser genuínamente generosos desarrolla una consciencia de prosperidad.  Obligación y sacrificio nos ancla hacia abajo ... el compartir y la generosidad nos da un sentido de felicidad y confianza. Ambos, el compartir y la generosidad nos mantiene a tono con la espiritual Ley de la que Jesús habló en la Parábola de los Talentos (Mateo 25:29): " Porque al que tiene le será dado, y tendrá más; y al que no tiene aún lo que tiene se le quitará".  Y de esas palabras nosotros podemos saber que el espíritu en el cual nosotros damos atraerá hacia nosotros el aumento en los bienes que nosotros deseamos tener, incluyendo el dinero. Si damos, aún cuando puede ser una valiosa causa u organización pensando que nosotros "tendremos menos" o que de alguna manera nosotros podemos manipular la Ley de D-s para que se nos multiplique de regreso, entonces realizaremos de alguna manera desilusión. Pero muchas personas dirán, pero ¿no dijo Jesús al joven rico que diera a los pobres todo lo que tenía y lo siguiera? Si, así hizo. Pero, Jesús realizó que el joven se había permitido tener miedo de perder lo que tenía, aún cuando él era rico, para hacerlo miserable e infeliz.

            No hay felicidad con la riqueza cuando el temor de perder y de escasés llena nuestra mente ... o pensar que la gente está lista para engañarnos porque ellos saben que somos ricos. Algunas personas son prósperas con el dinero pero experimentan pobreza en sus almas primeramente porque creen que ellos hicieron el dinero ... y nadie incluyendo a D-s recibe  ningún tipo de mérito por su riqueza sino ellos solamente ... y nadie más se lo merece sólo ellos. Esto es prosperidad lamentable y la miseria seguramente aparecerá de alguna manera en la vida de aquellos que matienen tal inquietud mental.
            Wallace D. Wattles escribe: " Lo que tiende a eliminar la pobreza no es poner imágenes de pobreza en su mente, sino poner imágenes de riqueza en la mente de los pobres. ... Usted no está abandonando a los pobres en su miseria cuando se niega a permitir que su mente se llene de imágenes de esa miseria. ... La pobreza se puede eliminar, no por medio de aumentar el número de gente rica que piensa acerca de la pobreza, sino aumentando el número de gente pobre que logra enriquecerse por medio del ejercicio de la fe y el propósito. ... El pobre no necesita caridad. Ellos necesitan inspiración. La caridad solo les envía una hogaza de pan para mantenerlos vivos en su miseria o para darles una entretención para que se olviden por una hora o dos. Pero, la inspiración le hará elevarse por sobre su miseria. Si usted quiere ayudar a los pobres, demuéstreles a ellos que pueden llegar a ser ricos; pruébelo haciéndose rico usted mismo. Hágase rico. Esta es la mejor manera de ayudar a los pobres".
            Esas palabras del Sr. Wattles pueden parecer palabras duras para algunas gentes, pero en verdad, "lo que uno puede hacer todos pueden hacerlo" y si vemos a la gente incapaz de sobreponerse a la pobreza, o de hecho a cualquier condición negativa, entonces nosotros estamos viéndolos como inferiores y ésto niega la verdad de su ser.  Todos tiene acceso a la infinita abundancia del universo, pero no todos creen que ellos puede recibir su parte. Reforzar la creencia en cualquiera que ellos dependen de la caridad, es abrir una puerta a nuestra propia consciencia a ser dependiente en alguien o en algo fuera de nosotros mismos para nuestro bien. En algún momento, esta creencia se realizará en nuestra experiencia personal de la vida. Lo que creemos de otros, lo estamos creyendo también para nosotros mismos. La consciencia es todo y todo es consciencia. Lo que creemos nosotros para nosotros mismos debemos creerlo para todos los demás.

            Pensemos acerca de estas palabras del Maestro Jesús en el Evangelio de Juán 5:5-9,  "Había un hombre que había estado inválido durante treinta y ocho años. Cuando Jesús lo vió tendido allí y supo que había estado allí por largo tiempo, él le dijo, ¿Quiéres sanarte? El hombre enfermó le respondió, "Senor, yo no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando el agua está revuelta, y mientras a que otros da pasos delante de mí". Jesús le dijo, "Levántate, toma tu camilla y camina". Inmediátamente el hombre fue sano, y tomo su camilla y anduvo".
            En vez de piedad el hombre que había sido inválido por treinta y ocho años, Jesús sabía que en realidad todo lo que necesitaba  no alguien que le tuviera piedad o que le ofreciera caridad, sino alguien que le dijera la verdad acerca de sí mismo ... saber que el Espíritu dentro de sí era más grande que lo que parecía ser. La creencia del mundo en la pobreza y la miseria ha resultado en que más gente sea pobre y miserable. Dejemos de creer las cosas del mundo y sigamos las enseñanzas de Jesús de "estar en el mundo pero no ser del mundo" ... sepamos que el dinero puede comprar felicidad porque con el dinero tenemos mayores posibilidades de ser saludables, creativos, confiados  y estar en paz con la vida. Dejemos que aquellos que creen que "el dinero no puede comprar la felicidad" vivan  con los resultados de sus creencia ... pero rechacemos estas falsas ideas como tonterías que nunca nos darán "la vida abundante" que es nuestra para experimentar.
Y ASIES!
¡Mantengan la fe! 
Reverendo Henry Bates