Faith Offering / Donation


 

martes, 24 de febrero de 2015

lo que más queremmos - recibimos

Una vez yo era más o menos amigo con dos mujeres que eran muy diferentes entre sí. Una mujer, a la cual yo llamaré Cynthia (seudónimo) tenía mucho estilo y era bien delgada y estaba muy segura de la idea de que lo que creía para sí ella podría lograr.  Le atraían las joyas. El oro y los diamantes eran muy atractivos para ella y en su vida atraía a hombres que podían darle ambos, oro y diamantes. Ella no estaba preocupada con lo que otras personas pensaban de ella ni perdía tiempo pensando que ella no se merecía las cosas que le gustaba tener para sí.  Sin embargo, ella expresaba una bondad innata que a veces sorprendía a la gente que la conocían solamente a nivel superficial.  Su profundo sentimiento de empatía y amabilidad se me hicieron aparente cuando yo observé su relación con la otra mujer.

           La otra mujer, a quien llamaré Donna (también un seudónimo) vivía  un matrimonio abusivo, tanto mental como fisicamente y estaba en proceso de divorcio durante este tiempo que estaba observando.  Ella tenía sobrepeso y usaba ropa de segunda mano que le daba su hermana,  la cual nada le quedaba bien.  Decir que se veía desaliñada hubiera sido tristemente un cumplido.  Ella presentaba todos los síntomas de la personalidad de alguien con un profudo complejo de inferioridad. indecisa y emocional, ella no podía o no quería tomar sus propias decisiones. Cómo ella y Cynthia se hicieron amigas nunca estuvo claro para mí pero sabía que a nivel subconsciente había inconscientemete una sanadora y alguien que deseaba sanar.

            Cynthia le dió a Donna el don de la bondad.  Ell nunca le habló  acerca de ella de una manera negativa.  Cuando Donna lloraba o expresaba su sentir de no valer nada, Cynthia escucha en silencio. Cuando Donna comenzó a realizar que Cynthia no se desanimaba con sus arrebatos emocionales o de auto-depreciación, ella empezo a poner atención a lo que Cynthia le decía. Cynthia le dijo en términos simples que ella podría tener solamente lo que ella más quería.
            Los tres fuimos una noche a cenar en un restaurante de lujo y Donna no sabía que decir que ordenar.  Cynthia le dijo suavemente a ella, ordena algo que sea lo que más quieres y te voy a dar un ejemplo.  Cynthia dijo que ella iba a ordenar una de las ensaladas y una copa de vino.  A lo cual Donna pregunto, "¿tú sólo vas a comer una ensalada?"  "Si", dijo Cynthia y entonces dirigió la atención de Donna hacia un hombre atractivo en una mesa al otro lado del salón.  Cynthia atrajo la mirada de él y abiertamente le sonrió ... el hombre le devolvió la sonrisa y con un pestañar de sus ojos  y  le guiñó el ojo a ella.  Y eso, Cynthia dijo es lo que más quiere .... "ser atractiva para hombres guapos".  Y, dijo ella, para tener lo que ella más quiere, todo lo que haga debe ser hecho con lo que más quiere en mente.
           Pensemos en estas palabras del clásico libro de Jose Silva y Philip Miele, "El Método Silva de Control Mental":  "Cuando la voluntad y la imaginación están en conflicto, siempre es la imagingación quien gana", escribió Emile Coue.
            Si tú piensas que quieres dejar un mal hábito, la probabilidad es que te estás engañando a tí mismo. Si tú realmente quisieras renunciar a eso, se disiparía por sí solo.  Lo que tú deberías querer más que el hábito mismo es el beneficio de quitarlo. Una vez que aprendas a conocer suficientemente fuerte ese beneficio, tú quedarás libre del "indeseable"  hábito.
            Pensar acerca de tu hábito y resolver firmemente eliminarlo puede atarte más  fuertemente a él.  Es un poco como resolver firmemente irse a dormir; la firmeza misma de tu resolución puede mantenerte despierto".
            Por medio de la meditación, la contemplación y la visualización, nosotros podemos realizar sobre qué es lo que más queremos.  Para algunas personas ellas sabrán rapidamente,  otros pueden requerir más tiempo y práctica consistente para alcanzar ese nivel mental más profundo que ya conoce lo que más queremos.  Lo que estamos buscando es, la Inteligencia.  Y aquello que más queremos debe estar alineado con la Inteligencia y cuando lo está, entonces lo logramos.  Cualquier cosa que sea nunca debe ser a expensas de otro  ... la Inteligencia, la cual se deriva de D-s, el Espíritu infinito, está siempre a favor del bien para todos.  Esto es una verdad universal, eterna e inmutable.  Es simple comprender pero para alguna gente  el aspecto ego-emocional de sus pensamientos y deseos no permitirá que la Inteligencia tenga dominio en su mente.
           No podemos manipular la Inteligencia no importa cuán determinada sea nuesta demanda emocional.  Solamente pensar en tomar  algo que no es nuestro o herir de alguna manera a alguien obstruirá el verdadero poder que estamos buscando que trabaje para nosotros, a través de nosotros.  San Agustín declaró esto my simplemente cuando dijo:  "D-s ama a cada uno de nosotros como si hubiera solo uno de nosotros".  Eso es una ilustración de la ley universal  ... la ley de la Inteligencia.  Y  podemos alinear nuestra mente con esta Inteligencia  rechazando los conceptos del mundo sobre las comparaciones y la competencia.
            Estudiemos estas palabras del gran metafísico, Thomas Trowards:    "Mi mente es un centro de operaciones Divino.  La operación Divina está siempre en favor de la expansión y de la expresión total, y ésto quiere decir la producción de algo más allá de lo que ha ido antes, algo enteramente nuevo, no incluída en  experiencias pasadas, sin embargo sale de ella.  Por lo tanto, ya que lo Divino no puede cambiar su inherente naturaleza, debe operar en la misma manera conmigo; consecuentemente, mi propio mundo especial, del cual yo soy el centro, se moverá para producir las condiciones nuevas, siempre por delante de cualquier cosa que haya ocurrido antes".
            Lo que más queremos ... recibimos ... porque el hecho de que es lo que más queremos hace que sea nuestro.
¡Y ASI SEA!

¡Mantengan la fe!
Rev. Henry Bates