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lunes, 26 de marzo de 2012

LA CARA DE D -S

"Un nuevo mandamiento les doy, que se amen unos a otros tal como yo les he amado, que se amen unos a otros.  Con ésto todos sabrán que ustedes me siguen, si se aman unos a otros". - Jesús, Juan 13:34-35

            Cuando el Maestro Jesús entregó este "nuevo mandamiento" de "amarse unos a otros" él estaba hablando ante la que gente que estaba dividida que estaba ya en la consciencia de odiar y perjudicar a todo aquel que no fuera como ellos. La gente judía estaba dividida en dos tribus primarias, los Fariseos y Saduceos, y luego estaban los Gentiles, los no judíos y no creyentes. Nosotros encontramos a Jesús haciendo una apasionada petición para que la gente comprendiera este nuevo mandamiento de amor en el Libro de Mateo 5:43-48,  "43 Ustedes han escuchado que se ha dicho, ustedes amarán a vuesto prójimo y odiarán a vuestro enemigo.  44 Pero yo les digo, amen a vuestros enemigos, bendíganles a aquellos que les maldicen, hagan bien a aquellos que les odian, y oren por aquellos que les desprecian y persiguen;  45 Para que sean hijos del Padre que está en el cielo: porque él hace salir el sol sobre el bueno y el mlo, y manda lluvia sobre el justo y sobre el impío.  46 Porque si ustedes aman a aquellos que les aman, ¿cuál es vuestra recompensa? ¿los cobradores de impuestos no hacen lo mismo?  47 Y si ustedes saludan sólo a vuestros hermanos y hermanas, ¿que hacen más que otros? ¿no hacen aún los cobradores de impuestos lo mismo?  48 Por lo tanto sean pefectos, como vuestro Padre que está en el cielo[Espíritu] es perfecto".

            Yo creo que Jesús sabía que sólo estaba plantando una "semilla" para una mejor idea en las mentes de la gente a la cual le hablaba. A diferencia de muchos otros  místicos y filósofos previos y posteriorea a él, es importante realizar que estaba mirando al mundo para "evolucionar" esta idea del "amor de unos a otros" y no esperaba que fuera aceptada inmediatamente o la importancia de su comprensión. El sabía que si nosotros creemos de la manera en que el mundo creyó, nosotros nunca realizaríamos paz duradera en el mundo. Aprendemos el odio del mundo y la "causa" del odio es miedo. Odiamos lo que tememos y en este estado mental no somos menos primitivos  que la gente a la cual Jesús le hablaba hace más de 2,000 años.

            La semana pasada un musulmán de 23 años asesinó a un rabino y a tres niños en Francia porque ellos eran judíos. El no los asesinó porque ellos estuvieran amenazando su vida o la vida de alguien más, él los asesinó porque el odio había creado en su mente una compulsión de venganza. Un hombre de 19 años en Starkville, Misisipi admitió haber asesinado a un hombre negro, James Craig Anderson, debido a su raza. El hombre de 19 años, Deryl Dedmon dijo, "yo era joven, yo era tondo, yo era ignorante"  y "yo estaba lleno de odio".  El Departamento de Justicia y el F.B.I. están ahora investigando la muerte de Trayvon Martin, un joven de 17 años, en Sanford, Florida, cuya vida terminó en circunstancias sospechosas en medio de una atmosfera de prejuicio racial. Las circunstancias son tan sospechosas que aún el Presidente Obama hizo declaraciones al respecto.

            El odio y sus hijastros: el racismo, el anti-semitismo, la homofobia y el odio basado en la etnicidad, sobrepasa el poder de raciocinio de la mente y su habilidad de distinguir entre el bien y el mal y las consecuencias que resultan de si. Este musulmán de 23 años y este hombre de 19 en Misisipi , no sólo destruyeron las vidas de alguien más, sino destruyeron la vida que  D-s les había concedido también; uno fue muerto y el otro pasará el resto de su vida en prisión. Esta no es la vida que D-s les dio, sino la vida que el mundo les dio cuando ellos aceptaron ideas descabelladas de la gente a su alrededor. Esas son las consecuencias que Jesús implicó cuando dijo, "estén en el mundo, pero no sean del mundo" porque hace más de 2,000 años él sabía que el odio puede opacar nuestros sentidos y cegarnos ante el espíritu de D-s en nosotros mismos y en otros; la verdad de quienes somos , no de lo que somos, sino quienes somos.

            El nuevo mandamiento que Jesús dio, en la superficie parece ser simple, pero no lo es. Más que un mandamiento es un "reto" ... o nosotros podríamos aún decir es una "prueba" ... y si pasamos el reto o pasamos la prueba, nos lleva a la realizar de "estar en el mundo, pero no ser del mundo".  Pero, cuando leemos en las escrituras, Mateo 7:14, "Porque estrecha es la puerta, y derecho es el camino, que nos lleva a la vida, pocos hay que lo encuentran". Es fácil para nosotros amar a los niños judíos y al rabino en Francia y orar por ellos al hacer la transición a una nueva vida en el Espíritu. Y es fácil para nosotros amar a James Craig Anderson el hombre negro que fue asesinado en Jackson, Misisipi, y saber paz para él cuando su espíritu regresa a D-s. Es fácil también, amar a Trayvon Martin aún cuando sentimos un sentimiento de dolor que sabemos sienten aquellos que lo amaron por sobre todo.

            Nosotros tenemos una infinita capacidad de amar porque lo sacamos del Amor de D-s. Y Jesús sabía ésto. Y por eso él nos llamó a buscar dentro de nuestro corazón, nuestra propia mente y nuestra propia alma, esta infinita capacidad de amar ... no sólo a aquellos que tocan nuestro corazón, sino a amar al musulmán que asesinó a los tres niños judíos y al rabino, a amar a Deryl Dedmon que asesinó a James Craig Anderson, y a amar al hombre que está involcrado en la muerte de Trayvon Martin. Cada uno es la cara de D-s, cada uno tiene dentro de ellos el espíritu de D-s, aún cuando nunca lo hayan reconocido que ésto es así para ellos. Nuestra habilidad de razonar nos dice que nosotros debemo hacer ésto si vamos a ver el fin del caos que el odio continúa creanto en nuestro mundo. Pero muchos mirarán a su religión para una justificación de continuar odiando, en vez de amar. Y otros regresarón a su afiliación política para continuar albergando el odio y la separación entre unos y otros. Y, habrá otros quienes "simplemente no lo comprenden" ... y tal vez nunca lo harán. Habrá aquellos que hablen contra el racismo mientras continúan guardando su homofobia. Y habrá aquellos que denuncien el racismo y la homofobia al tiempo que mantienen su sentimientos negativos hacia los inmigrantes indocumentados, los musulmanes, los católicos y los judíos. El mundo siempre nos abastecerá con justificaciones torcidas para odiar, pero si nosotros lo encontramos aceptable será a expensas del amor de D-s dentro de nosotros y del bien de D-s para nosotros. Existen aquellos que encontrarán este profundo amor porque aquellos que cometen crímenes atroces aún cuando nosotros estamos comprometidos a que se haga justicia.  Hacemos ésto no porque es fácil o porque sentimos que somos superiores a aquellos que no, pero lo hacemos porque sabemos que Jesús nos estaba dando la única manera en la cual podemos hacer de nuestro mundo un mejor lugar para todos nosotros ... y el mundo nunca ha encontrado otra forma.

            Ernest Holmes escribe que "D-s es todo lo que existe" y en ésto nosotros podemos substituir la palabra "Amor" ... "Amor es todo lo que existe" ... y esta verdad envuelve las enseñanzas del radical Jesús. Y para nosotros ésto quiere decir que el Amor es más poderoso que todo .... pero, nosotros debemos hacer que crezca en nuestro propio corazón, nuestra propia mente y en nuestra propia alma, para poder experimentar la verdad de que ésto es así.

            Del místico Ernest Holmes podemos leer: " En efecto, Jesús enseño tres grandes verdades. Y ustedes las verán pasar a través de todo lo que él dijo. La primera, por supuesto, que D-s es todo lo que existe. Ya sea aquí o en el más allá, D-s es vida. D-s es bueno. Esa es la primera gran verdad que Jesús enseña ante nosotros. En seguida, El nos habló acerca de un poder divino más grande que lo que somos y acerca de la ley del bien, la cual todos podemos usar. Y todos la estamos usando, ya sea que nos damos cuenta o no de ese hecho. El nos dijo exactamente cuál es esta ley y como usarla. Y El dijo que nunca nos falla, porque se cumple de acuerdo a nuestra creencia. Y ésta fue la segunda gran enseñanza de Jesús. Y tal vez la tercera es aún más importante que las otras dos. Jesus enseño que el benefactor divino es también quién más perdona. Y que el amor finalmente sanará cada herida, en alguna parte, en algún momento, de alguna manera, ya sea aquí o en el más allá".

¡Y ASI ES!

¡Mantengan la fe!
Rev. Henry Bates