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martes, 18 de julio de 2017

estar quieto hasta que ... El Camino a una Vida Maravillosa

              Sentarse en la obscuridad en la mañana del segundo domingo seguido con la electricidad en el vecindario apagándose y prendiéndose; esa mañana cuatro veces, yo hice en mi mente la intención de encontrar algo para compartir con cada uno de ustedes en que yo pudiera poner fácil y rapidamente en este portal aún algo que sería beneficioso para todos quienes leen este mensaje.  Yo siempre he sentido un parentesco con Joel Goldsmith aún cuando yo  nunca lo llegué a  conocer personalmente. El hizo la transición a una Nueva Vida en 1964 mucho antes que yo tuviera interés en la sanación espiritual. Una mujer amiga mía en Portland, Oregón me regaló su libro "The Infinite Way" [La Manera Infinita] en 1977.  Ese fue el primer libro de muchos otros sobre espiritualidad y sanación espiritual que yo he leído.  Su trabajo, sin embargo, aunque no siempre ha contado con mi aprobación siempre tocó mi alma. Comparto aquí lo siguiente de su libro "La Manera Infinita" (página 35) y la instrucción personal a Geri McDonald:
            Estos son principios que todos los maestros y practicantes siguen para enseñar a sus estudiantes (aquellos que enseñan desde la Manera Infinita).

1. Siéntese cómodo. Siéntese erecto, con su columna derecha, sus pies firmemente puestos sobre el piso, sus manos relajadas sobre su regazo, y respire normalmente. No hay razón mística u oculta para ésto, es muy simple, cuando su cuerpo está perfectamente cómodo uno no estó consciente de él. Tome una respiración y cuente hasta cuatro. Inhale y exhale cuatro o cinco veces contando para aquiertar su mente. Respire normalmente.

2. Enseguida repita en silencio o de viva voz,  "Yo me vuelvo hacia adentro hacia el Cristo de mi propio ser". Si aparecen pensamientos, repita esa frase. Siempre entre solo en meditación. Nunca permita que otro lo guíe hacia la meditación.

3. Nunca podremos ser capaces de parar la mente completamente. Si entran pensamientos o asuntos concernientes, no batalle. Relájese, deje que los pensamientos vengan y luego déjelos ir. A medida que usted practique, la interferencia desaparecerá. Tenga paciencia.

4. Ahora, vaya al tema.  "¿Qué es Dios?"  Usted no está interesado en otros concepto de Dios; usted está solamente interesado en preguntar "¿Qué es Dios?" y en recibir la respuesta de parte de Dios.  El reino de  Dios está adentro de usted, así es que la respuesta debe venir del interior de su propio ser. Siéntese quietamente y pida, "Habla Señor, tu sirviente escucha, o "Padre, yo estoy aquí, habla".

5. Adopte una actitud de escuchar como si usted estuviera esperando escuchar la respuesta. Algunos pensamientos pueden venir. Piense en Dios como la fuente de nuestro ser y todo lo que es este, Omnipresente, Omnipotente y Omnisciente.

6. Algún día, al meditar y ponderar esta idea, "¿Qué es Dios?" realizando ahora la naturaleza de la oración, usted encontrará que usteds ya no puede pensar más; usted ha llegado al final del pensamiento acerca de Dios y la oración.  Entonces usted se sentará ahí, quietamente, en paz, no más pensamientos, no más preguntas, no más respuestas, sólo paz.  Los pensamientos se aquietarán, el oído interno se abrirá y una respiración larga y profunda como un suspiro de alivio o un sentido de liberación le llegará probablemente a usted. Como si usted estuviera escapando de algo, como si sus hombros estuvieran liberándose de una carga.  Aparecerá de muchas maneras diferentes,  y cuando ese alivio o liberación llegue usted estará tan lleno del Espíritu que usted se levantará y hará el trabajo que le espera para el día, o tal vez algún trabajo que ha dejado para después.  Con ese alivio vendrá la sabiduria divina, la guía divina, y la fuerza divina, por esta razón, esa respiración profunda, esa soltura o alivio, fue una experiencia de Dios, la presencia actual o la actividad de Dios en su consciencia.

7. Nosotros nunca estamos en meditación por más de 10 minutos a la vez.  Toma largo tiempo llegar a  ser capaz de permanecer en meditación 10 minutos o más.

¡Y asi sea!

Rev. Henry Bates