Faith Offering / Donation


 

martes, 16 de abril de 2013

dudas y depresiones, El Camino a Una Vida Maravillosa, Reverendo Bates


Tenemos fe y creemos. Nosotros oramos. Nosotros oramos y creemos. Nuevamente oramos ... y creemos. Aún así, no vemos evidencia de ningún cambio en nuestra vida. Nosotros oramos y comenzamos a tener dudas. Rezamos nuevamente pero las dudas no desaparecen. Rezamos y resistimos sentirnos deprimidos. Pero, la depresión nos invade y nos sentimos sin defensas contra ella. Oramos aunque nuestra fe ha disminuido. Queremos creer pero las dudas parecen sobrecogedoras. Oramos nuevamente, en silencio, buscando el sentimiento de estar en la Presencia de Algo que pueda eliminar la obscuridad. En principio no la sentimos, pero sabemos que nuestro silencio es el camino a experimentarla. Así que oramos otra vez, silenciosamente, permanenciendo en el silencio hasta que nuestra mente se queda quieta. Nosotros no sentimos la Presencia pero sabemos que Ella nos está haciendo señas ... arrastrándonos más profundamente hacia el silencio. Y entonces, repentinamente, comenzamos a sentir la Presencia. Estamos en ella, y Ella está adentro de nosotros ... adentro de nuestra alma ... en nuestra búsqueda La hemos encontrado, exactamente donde estamos. Y así nosotros escuchamos, inclinando nuestro oido dentro de nosotros, para que esa pequeña y callada voz comience a resonar a través de nuestra mente intuitiva. Nosotros sentimos la Presencia en nuestro corazón, la sentimos en nuestra mente, y la sentimos en nuestra alma. Realizamos que la verdad está, cuando la buscamos, la encontramos. Y así ésto empieza nuestro paso a una consciencia más elevada de nuestra unidad con el Espíritu. La Luz comienza a brillar a través de nuestra mente. Las ideas se convierten en deseos a cumplir. Nuestro camino está abierto. Nuestra fe nos da evidencia de las cosas que no se ven. las cosas que son nuestra para tener, para hacer y para ser.

            La mayoría de nosotros hemos escuchado la expresión, "la luz al final del tunel" y en esas simples palabras, hay una gran verdad. Siempre hay una manera, siempre una solución a cada problema aparente. Pero primero nosotros debemos saber que nosotros no somos nuestras circunstancias o las condiciones en que nos encontramos.  Nosotros somos más que cualquier circunstancia o cualquier condición. Nuestra capacidad de trascender las condiciones y las circunstancias es ilimitada. Pero, nuestros pensamientos deben estar dirigidos hacia el final del tunel, como quién dice.
            Para obtener buenos resultados nosotros debemos comprender apropiadamente nuestra relación con el gran poder impersonal que estamos usando. Es inteligente y nosoros somos inteligentes, y las dos inteligencias deben cooperar. Nosotros no debemos volar en la cara de la Ley esperando que haga para nosotros lo que sólo puede hacer a través de nosotros; y debemos por lo tanto usar nuestra inteligencia con el conocimiento de que está actuando como el instrumento de una gran inteligencia; y debido a que tenemos el conocimiento nosotros podemos, y deberíamos, salir de la ansiedad hacia el resultado final". - Thomas Trowards, The Edinburgh & Dore Lectures on Mental Science

         Es la ansiedad que crea dentro de nosotros las dudas y las depresiones futuras. Es en el silencio cuando nos volvemos hacia el interior, sabiendo que hay Algo a donde recurrir dentro de nosotros., que sana la ansiedad y empieza a albergar la fe y la expectativa de un buen resultado.

            Thomas Trowars explica este proceso claramente: "En la práctica real nosortos debemos primero formar la concepción ideal de nuestro objeto con la intención definida de impresionarla sobre la mente universal - es esta intención la cual saca tal pensamiento de nuestra región de mera fantasía casual - y entonces afirmar que nuestro conocimiento de la Ley es suficiente razón para una calmada expectativa de un correspondiente resultado, y ahí por lo tanto todas las condiciones necesarias vendrán a nosotros en el debido orden. Podemos entonces volvernos hacia nuestros asuntos diarios con la calmada seguridad que las condiciones iniciales están ya sea listas o pronto estarán a la vista. Si no las vemos, descansemos contentos con el conocimiento de que el prototipo espiritual está ya en existencia y esperemos hasta que alguna circunstancia señalada en la dirección deseada comience a hacerse presente. Puede ser una circunstancia muy pequeña, pero es la dirección y no  la magnitud hay que tomarla en consideración. En cuanto la veamos nosotros deberíamos verla como el primer brote de la semilla que hemos sembrado en el Absoluto, y hacer calmadamente sin emociones lo que quiera que las circunstancias puedan requerir, y entonces más tarde veremos que ésto a su vez lleva a mayores circunstancias en la misma dirección hasta que nos encontremos conducidos paso por paso al logro de nuestro objetivo. De esta manera la comprensión del gran principio de la Ley de Provisión nos entregará por las experiencias repetidas, nos sacará más y más completamente de la región del pensamiento ansioso y la fatigosa tarea y nos lleva a un nuevo mundo donde el empleo útil de todos poderes, ya sean mental o físico, será sólo un desdoblamiento de nuestra individualidad hacia las líneas de nuestra propia naturaleza, y por lo tanto una fuente perpétua de salud y felicidad; una suficiente inducción, seguramente, al estudio cuidadoso de las leyes que gobiernan la relación entre la mente individual y la Mente Universal".

            Muchisimos de nosotros nos hemos permitido guardar en nuestra consciencia sentimiento de egoísmo, falta de tranquilidad, y temor. Nosotros sentimos un sentido de egoísmo cuando buscamos beneficio personal, ya sea en riquezas, éxito en nuestro trabajo o relaciones personales. Se nos ha enseñado que debemos ser "menos egoístas" y "servir a otros" pero en realidad nuestra aceptación de esos conceptos crea contradicciones a la verdad de nuestro ser. Nosotros damos cuando prosperamos y realizamos éxito en nuestro trabajo y expresiones creativas. Servimos mejor a otros comprando sus productos y servicios, sus trabajos artísticos y compartimos con aquellos que amamos. Todos estamos conscientes que nosotros debemos "amar a nuestros prójimos como a nosotros mismos" ... pero primero, debemos amarnos a nosotros mismos. Debemos amar a nuestro ser suficiente para realizar la prosperidad que es nuestra para tener. Debemos amarnos a nosotros mismos para gozar del éxito en nuestro trabajo y nuestras tareas creativas. Cuando prosperamos y tenemos éxito, tenemos la capacidad para darle a otros. Y lo más importante, tenemos la capacidad de inspirar a otros para encontrar su propio camino en el cual tener éxito y prosperar. Intelectualmente, nosotros sabemos ésto. Aún así, si nosotros experimentamos dudas y depresiones, no hemos eliminado aquellos conceptos falsos del mundo que obstruye nuestro bien, residente en lo más profundo de nuestra mente.
            Piense acerca de estas palabras del místico W. Frederic Keeler: "No hay desilusión en el cielo [Espíritu] y en la vida celestial que se puede vivir en la tierra. Haga algo que beneficie tanto a usted mismos como a otros; entréguese sin reservas en el propio corazón a algo más alto, Dios. Cualquier vida puede ser transmutada hacia una gloriosa y bella; llena de paz; descanso; fe".
Y ASIES!
¡Mantengan la fe! 
Reverendo Henry Bates