Sábado 17 de mayo de 2025
Mensaje Semanal Mensaje Semanal para el domingo, 18 de mayo de 2025
Irradiando la Verdad de que Todos Somos Uno
Hoy nos encontramos en un umbral. El mundo que nos rodea lidia con profundas divisiones, miedo y políticas que separan familias y siembran sufrimiento. Pero nosotros, como estudiantes del Nuevo Pensamiento y de los principios espirituales, estamos aquí para recordar: el Espíritu no conoce fronteras.
Hay una sola Vida. Esa Vida es Dios. Esa Vida es perfecta. Esa Vida es nuestra vida ahora, y es la vida de cada alma, sin importar su nacionalidad, etnia o documentación.
Estamos llamados a vivir desde una consciencia superior. A ver más allá de las apariencias. A reconocer la chispa divina en cada persona que huye del peligro, busca una vida mejor o simplemente espera ser tratada con dignidad. La compasión no es una postura política. Es un principio espiritual.
Mientras que las leyes humanas están hechas para servir al orden, la Ley Divina sirve al Amor. Y el Amor nos dice que no hay "otro". Somos una sola familia humana, creada a imagen y semejanza de Dios. Cuando actuamos con compasión, cuando abogamos por la justicia, traemos el cielo a la tierra.
Esto no es fácil. El mundo nos quiere hacer creer que la seguridad reside en la separación. Pero el Espíritu nos enseña que la verdadera seguridad, la verdadera paz, solo se logra mediante el amor, la comprensión y la unidad.
No somos impotentes. Somos inmensamente poderosos. Nuestras oraciones importan. Nuestra conciencia moldea la realidad. Así que mantengamos la visión: Un mundo donde los niños no sean separados de sus padres. Un mundo donde la migración sea recibida con compasión. Un mundo donde las políticas reflejen los valores de la justicia y la bondad. Un mundo donde las fronteras sirvan a la paz, no al miedo.
Y actuemos. Apoye a las organizaciones que protegen la dignidad humana. Vote por líderes que valoren la unidad y la inclusión. Eleve la voz, no con ira, sino con claridad y compasión. Sea la presencia de la paz dondequiera que esté.
Cierre los ojos. Coloque la mano sobre su corazón.
Visualicea una luz dorada dentro de si, la luz del amor divino. Esta luz se expande más allá de su cuerpo, más allá de su hogar, más allá de su país. Se expande por todo el mundo, tocando a cada persona afectada por la injusticia, el desplazamiento, el miedo. Imagínelos sostenidos por esta luz. Seguros. íntegros. Amados. Ahora imagínate como un faro de esa misma luz. Irradiando amor. Irradiando paz. Irradiando la verdad de que todos somos uno.
Respire. Y afirme en silencio: «Donde hay sufrimiento, yo traigo compasión. Donde hay miedo, yo traigo fe. Donde hay división, yo recuerdo la unidad. Yo soy la luz de Dios en acción». Y así es.
¡Mantén la fe!
Rev. Bates
En Espanol: Rev Bates en español, El Camino a Una Vida Maravillosa
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