Una simple verdad la que nadie puede objetar es "Todo es D-s, Todo es
Bueno", ya que los hechos muestran que ésto es cierto en todos los
aspectos de la existencia humana. Todos venimos a este mundo como una emanación
del Espíritu Infinito; el Espíritu puro del Infinito es la Vida nuestra.
Incluso el más horrible de los humanos vino a este mundo como Espíritu puro
encarnado en forma física. Somos creados iguales en el Espíritu y _ésto se
logra solo a través del Poder de una Inteligencia Infinita que está más allá de
cualquier cosa que nuestra mente humana pueda concebir. Los místicos nos han
dicho que antes de entrar en esta encarnación, primero fuimos una idea en la
Mente de lo Divino. Supongo que esto es cierto, pero por supuesto no podemos
saber con certeza cómo esta Inteligencia nos da la vida desde espíritu a la
forma física.
El gran Thomas Troward
escribe en "Dore Lectures": "Uno de los
grandes axiomas en el nuevo orden de ideas ... es que nuestro Pensamiento posee
poder creativo, y dado que toda la superestructura depende de esta base, está
bien examinarlo cuidadosamente. Ahora el punto de partida es ver que el
Pensamiento, o acción puramente mental, es la única fuente posible de la cual
la creación existente podría haberse manifestado, y a eso se debe que ésto es
así, nuestra propia mente es la expresión de un Pensamiento Divino. El
Pensamiento Divino ha producido algo que en sí mismo es capaz de pensar; pero
la pregunta es si su pensamiento tiene la misma calidad creativa que la Mente
Padre (Mente de D-s) ".
Con
nuestro pensamiento dirigimos nuestra vida para bien o para mal. Todos tenemos
la oportunidad de vivir una vida maravillosa, pero la mayoría de nosotros hemos
quedado hipnotizados por la conciencia del mundo de que nuestro camino se ha
convertido en un viaje con victorias y derrotas; algunas angustias y
decepciones, así como la emoción de los logros y el amor.
En mi
navegación en las redes sociales me encontré con algo que me hizo hacer una
pausa y pensar en la moral. Mi definición de moralidad es la regla de oro; "trata a los demás como te gustaría que te trataran a
ti" con el agregado "no esperes
recibir algo que no estás dispuesto a dar a otro". Y estas dos piezas de sabiduría simple
no son tan fáciles de vivir en el mundo en el que nos encontramos hoy. Pero,
ésto no es lo que encontré en las redes sociales. Lo que encontré fue este
pasaje de "A Man Without a Country" de Kurt Vonnegut: “Por alguna razón, los cristianos que se expresan más
abiertamente entre nosotros nunca mencionan las Bienaventuranzas (Mateo 5).
Pero, a menudo con lágrimas en los ojos, exigen que los Diez Mandamientos se
publiquen en edificios públicos. Y, por supuesto, ese es Moisés, no Jesús. No
he oído que ninguno de ellos exija que el Sermón de la Montaña, las Bienaventuranzas,
se publiquen en cualquier lugar. ¿'Bienaventurados los misericordiosos' en una
sala del tribunal? ¿'Bienaventurados los pacificadores' en el Pentágono? ¡Que
ocurrencia!"
Creo que
los Diez Mandamientos fueron escritos para un pueblo muy primitivo que
básicamente no era civilizado y eran necesarios en esa era de la historia. Las
Bienaventuranzas hablan de la verdad de que somos inherentemente buenos a
través de la naturaleza del Espíritu Divino que es la verdadera Vida nuestra.
Las Bienaventuranzas es la moralidad que todos debemos tratar de vivir, sin
importar nuestra religión o falta de religión, al hacerlo, nos daremos cuenta
cada vez más de la maravillosa vida que es nuestra para experimentar.
¡Mantengan la fe!
Henry Lee Bates
(Dr. Reverendo)
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