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martes, 2 de septiembre de 2008

COMO DIRIGIRSE AL ESPIRITU

Si deseamos venir al Espíritu para sanar nuestras heridas, tenemos que venir en paz, con gozo espontáneo, porque el Espíritu es gozo; vengamos también con gratitud porque el corazón agradecido está en armonía con la vida. Pero tenemos que hacerlo con una confianza serena, con la mente abierta y receptiva, con el corazón creyente, y por supuesto, sanamente y con expectación. De esta manera entramos en los portales de la Realidad vestidos con ropas de virtud.

Nosotros a veces creemos que lo que necesitamos es dinero, o amigos, o salud física. Estas mismas cosas buscan los que no conocen la Ley; y hacen bien, porque todos las necesitamos. Pero estas cosas son efectos de la relación correcta con la vida. Toda la gente necesita sanar algo. La mayor parte del mundo vive infeliz, y pocos realizan una paz permanente. Buscamos fragmentos cuando todo está a la mano. Qué ilógico es pensar que cualquier cosa puede elevarse más alto que su origen. El Universo es un todo perfecto e indivisible, y solamente podemos sanar cuando nos unimos con el Universo. ¿Cómo puede alguien, entonces, sanar en parte? Busquemos el todo correcto antes que nada.


Si deseamos venir al Todo Universal, tenemos que acercarnos a través de la ley de Su naturaleza. Esto quiere decir que tenemos que dar toda nuestra atención a la unidad espiritual que está detrás de todas las cosas. Como todo está incluido en esta unidad, encontraremos nuestro bien particular al unirnos con la vida. Esta unidad conciente nos hace receptivos a todo, porque la Vida Misma es todo. Esta percepción siempre es una luz interna, porque solamente podemos usar el conocimiento que tenemos en el interior. En realidad conocemos a Dios solamente hasta el grado que podemos encarnarlo. Y COMO ES IMPOSIBLE ENCARNAR ALGO TO TIENE QUE SER UNA LUZ INTERNA. La Verdad Misma es Infinita, pero encarnamos lo Infinito en grados. Hasta el grado que podamos encarnar la Realidad, hasta ese grado tenemos serenidad y poder.

Ernest Holmes, La Ciencia de la Mente

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