Mensaje semanal para septiembre 19,
2021
En
los términos más simples, tanto
el karma como la causa y efecto
pueden expresarse como "lo que
se da, regresa a tí". La Ley de
D-s siempre está presente con
nosotros, al igual que el aire
que respiramos y la gravedad.
Nuestra relación con esta Ley, a
diferencia de nuestra relación
con el oxígeno y la gravedad, es
mental, no física. Trabaja
continuamente no solo a través
de nuestras palabras y nuestros
pensamientos, sino también de
nuestros sentimientos. De hecho,
sugeriría que nuestros
sentimientos son más importantes
como causa y efecto que
cualquier otra cosa. Podemos
decir las cosas más bonitas a
alguien que realmente no nos
agrada, nuestras palabras pueden
engañar a la otra persona, pero
no la ley de causa y efecto.
San Agustín: "D-s
nos ama a cada uno de nosotros
como si solo fuéramos uno".
He estado pensando en
la Ley de Atracción y me
pregunto por qué no ha ganado
más interés en el mundo de lo
que ganado. Pero luego, las
palabras de advertencia del
Apóstol en las escrituras
antiguas, "lo que siembres, así
cosecharás", están contenidas en
pocos o ningún sermón cristiano.
La mayoría de los que están
familiarizados con las palabras
nunca han profundizado en su
significado profundo. Lo que sí
sabemos es que las palabras que
describen la causa y el efecto
se han pronunciado a lo largo de
los siglos y pronto se han
olvidado.
En el siglo XIX
comenzamos a ver las palabras
"D-s no hace excepción de
personas" y ésto ciertamente
está de acuerdo con las palabras
de San Agustín. Esta es una dura
verdad para aquellos que creen
que sus oraciones a un "Dios
allá afuera en alguna parte" los
está escuchando, y para aquellos
que piensan que tienen una
relación personal con Jesús. Las
oraciones son revelaciones
mentales que nos revelan lo que
realmente creemos. No lo que
decimos que creemos, o lo que
pensamos que deberíamos creer,
sino lo que realmente creemos.
Si estamos esperando que un dios
o dioses nos salven de nuestras
enfermedades o problemas
económicos, o problemas de
relación, tendremos una larga
espera. D-s, Jesús, Buda,
Krishna y otros no pueden "pensar
por nosotros" y definitivamente
no pueden "sentir por nosotros"
y es solo tomando dominio sobre
nuestros pensamientos y
sentimientos que podemos cambiar
cualquier situación a la que nos
enfrentemos.
Recordemos siempre y
nunca olvidemos, la Ley de Di-s,
es Di-s, dentro de nosotros,
rodeándonos, presionándonos,
siempre presente. Es el Poder,
la Inteligencia y el Espíritu de
nosotros en acción.
¡Mantener la fe!
Rev-Bates
(Reverendo Dr. Henry Lee Bates)
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