"Muchos son los
que dicen: ¿Quién nos traerá prosperidad? Permite que la luz de
tu rostro nos ilumine. Llena mi corazón con alegría mayor que la
de ellos cuando abundaba su trigo y su nuevo vino. En paz
descansaré y dormiré, porque sólo tú, Señor,
me haces dormir confiado". - Salmos 4:6-8
Mis labios se alegrarán cuando yo te cante en alabanza--yo a quien tú haz entregado". - Salmos 71:23
"Porque tú me has alegrado con tus obras, Señor; en las obras de tus manos me regocijo. ¡Cuan grandes son tus obras, Señor, cuan profundos tus pensamientos!" - Salmos 92:4-5
En esas afirmaciones tomadas del conocimiento antiguo podemos ver fácilmente el patrón de pensamientos que el Salmista estaba usando para demostrar el bien deseado. Mucho antes que la Mente Maestra Jesús nos diera el Principio que "se hará de acuerdo a tu creencia" los antiguos estaban de hecho usando le Ley de la Mente la cual es una Ley de la Correspondencia. En este inicio de la realización que D-s nos responde correspondiendo a aquello que declaramos ser así, esas afirmaciones nos ofrecen una manera en la cual nosotros podemos renovar y refrescar nuestra mente.
"Porque tú me has alegrado con tus obras, Señor" no es diferente a las palabras que usó el Maestro Jesús: "Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo trabajo" ... él está declarando tal como el Salmista hizo de que D-s es el creador, nosotros quienes recibimos, el receptor. Y así debemos aprender a ser receptivos y esperar nuestro bien por el cual oramos y que afirmamos que "es" nuestro para experimentar.
El místico Ernest Holmes a principios del siglo 20 realizó un "patrón de pensamiento" que descubrió que era evidente en las afirmaciones atribuídas al Maestro Jesús. El escribió: "Consideremos ahora los cuatro elementos que están generalmente contenidos en la oración que trabaja, en pensamiento creativo:
1. Reconocimiento. Nosotros sabemos que hay Una Vida, esa Vida es Dios. Hay un Creador, una creación. Una Ley. Una Inteligencia. Una Realidad Suprema. Es buena, integra, perfecta, completa, armoniosa.
2. Identificación. Nos identificamos con Dios. "Yo soy aquel que Tú eres, Tú eres aquel que yo soy". El Padre (el Espíritu) y Yo somos uno. Necesita haber una detección y sensación inteligente, consciente de la Presencia Divina dentro y de lo que somos. Somos una creación de Dios y estamos expresando a Dios. No hay separación entre nosotros y Dios, nosotros uno.
3. Declaración. Hay una acción definida y específica y movimiento de la inteligencia a través del pensamiento, palabra, o idea para algún propósito o persona definidos. No hay súplica, deseo, esperanza, o ruego, sino una concreta declaración de hecho, un especialista del bien de alguna manera. Está definitivamente establecido en el pensamiento, el nivel espiritual de causa y creatividad, una idea completa. Una idea a la cual podemos apuntar mentalmente y conocer su realidad como si estuviéramos apuntando al sol diciéndole, "Ahí está el sol". Sabemos que tal declaración de una idea es Dios pronuciando Su palabra en nosotros, Dios siendo un agente activo de Su propia creación.
4. Aceptación. Nosotros aceptamos nuestra declaracin, la palabra que hemos dicho, como que se manifiesta ahora mismo. No hay retrasos involucrados entre esta causa y su apariencia como efecto. Aceptamos que nuestra palabra, la declaración que hemos hecho, es la inteligencia suprema hablando a través de nosotros, y que según la naturaleza de la forma funciona, por medio de la Ley, nuestra palabra manifiesta de acuerdo con la Ley. Y en nuestra aceptación de la realidad de este bien como un efecto tangible en nuestra experiencia nosotros damos gracias que así es, que se manifiesta de acuerdo a nuestra creencia.
Realizar que estamos dentro de D-s y que D-s es una presencia viviente dentro de nosotros, garantiza que tendremos una experiencia que podemos identificar seguramente como un resultado directo de este saber. Esta realización llegará como un sentido de alegría que energiza nuestra mente, nuestro corazón y nuestra alma ... no en la alegría que conoce el mundo, sino ese sentimiento de alegría que nos llena con fe y confianza en nuestra habidad para aceptar más y más de aquello que nos da la evidencia de la presencia de D-s dentro de nosotros y nuestra eterna presencia dentro de D-s. Cuando el Maestro Jesús tuvo esta realización él lo declaró como la verdad para todos nosotros cuando él dijo: "El Padre (el Espíritu, la Inteligencia, el Poder) y yo (ese "yo" infinito que incluye a cada uno de nosotros) ¡somos uno!" ... ¡UNO! No dos. Sin separación. ¡UNO! ¡Y en este espíritu de alegría nosotros prosperaremos, sanaremos y seremos benditos hacia la totalidad de la salud, la felicidad, la prosperidad, el éxito y más!
¡Y ASI SEA!
¡Mantengan la fe!
Rev. Henry Bates
Mis labios se alegrarán cuando yo te cante en alabanza--yo a quien tú haz entregado". - Salmos 71:23
"Porque tú me has alegrado con tus obras, Señor; en las obras de tus manos me regocijo. ¡Cuan grandes son tus obras, Señor, cuan profundos tus pensamientos!" - Salmos 92:4-5
En esas afirmaciones tomadas del conocimiento antiguo podemos ver fácilmente el patrón de pensamientos que el Salmista estaba usando para demostrar el bien deseado. Mucho antes que la Mente Maestra Jesús nos diera el Principio que "se hará de acuerdo a tu creencia" los antiguos estaban de hecho usando le Ley de la Mente la cual es una Ley de la Correspondencia. En este inicio de la realización que D-s nos responde correspondiendo a aquello que declaramos ser así, esas afirmaciones nos ofrecen una manera en la cual nosotros podemos renovar y refrescar nuestra mente.
"Porque tú me has alegrado con tus obras, Señor" no es diferente a las palabras que usó el Maestro Jesús: "Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo trabajo" ... él está declarando tal como el Salmista hizo de que D-s es el creador, nosotros quienes recibimos, el receptor. Y así debemos aprender a ser receptivos y esperar nuestro bien por el cual oramos y que afirmamos que "es" nuestro para experimentar.
El místico Ernest Holmes a principios del siglo 20 realizó un "patrón de pensamiento" que descubrió que era evidente en las afirmaciones atribuídas al Maestro Jesús. El escribió: "Consideremos ahora los cuatro elementos que están generalmente contenidos en la oración que trabaja, en pensamiento creativo:
1. Reconocimiento. Nosotros sabemos que hay Una Vida, esa Vida es Dios. Hay un Creador, una creación. Una Ley. Una Inteligencia. Una Realidad Suprema. Es buena, integra, perfecta, completa, armoniosa.
2. Identificación. Nos identificamos con Dios. "Yo soy aquel que Tú eres, Tú eres aquel que yo soy". El Padre (el Espíritu) y Yo somos uno. Necesita haber una detección y sensación inteligente, consciente de la Presencia Divina dentro y de lo que somos. Somos una creación de Dios y estamos expresando a Dios. No hay separación entre nosotros y Dios, nosotros uno.
3. Declaración. Hay una acción definida y específica y movimiento de la inteligencia a través del pensamiento, palabra, o idea para algún propósito o persona definidos. No hay súplica, deseo, esperanza, o ruego, sino una concreta declaración de hecho, un especialista del bien de alguna manera. Está definitivamente establecido en el pensamiento, el nivel espiritual de causa y creatividad, una idea completa. Una idea a la cual podemos apuntar mentalmente y conocer su realidad como si estuviéramos apuntando al sol diciéndole, "Ahí está el sol". Sabemos que tal declaración de una idea es Dios pronuciando Su palabra en nosotros, Dios siendo un agente activo de Su propia creación.
4. Aceptación. Nosotros aceptamos nuestra declaracin, la palabra que hemos dicho, como que se manifiesta ahora mismo. No hay retrasos involucrados entre esta causa y su apariencia como efecto. Aceptamos que nuestra palabra, la declaración que hemos hecho, es la inteligencia suprema hablando a través de nosotros, y que según la naturaleza de la forma funciona, por medio de la Ley, nuestra palabra manifiesta de acuerdo con la Ley. Y en nuestra aceptación de la realidad de este bien como un efecto tangible en nuestra experiencia nosotros damos gracias que así es, que se manifiesta de acuerdo a nuestra creencia.
Realizar que estamos dentro de D-s y que D-s es una presencia viviente dentro de nosotros, garantiza que tendremos una experiencia que podemos identificar seguramente como un resultado directo de este saber. Esta realización llegará como un sentido de alegría que energiza nuestra mente, nuestro corazón y nuestra alma ... no en la alegría que conoce el mundo, sino ese sentimiento de alegría que nos llena con fe y confianza en nuestra habidad para aceptar más y más de aquello que nos da la evidencia de la presencia de D-s dentro de nosotros y nuestra eterna presencia dentro de D-s. Cuando el Maestro Jesús tuvo esta realización él lo declaró como la verdad para todos nosotros cuando él dijo: "El Padre (el Espíritu, la Inteligencia, el Poder) y yo (ese "yo" infinito que incluye a cada uno de nosotros) ¡somos uno!" ... ¡UNO! No dos. Sin separación. ¡UNO! ¡Y en este espíritu de alegría nosotros prosperaremos, sanaremos y seremos benditos hacia la totalidad de la salud, la felicidad, la prosperidad, el éxito y más!
¡Y ASI SEA!
¡Mantengan la fe!
Rev. Henry Bates
