[El Camino a Una Vida Maravillosa], febrero 7, 2021
Hace varios años, alguien me mostró un libro titulado "Cómo Cambiar a Otras Personas". Cuando yo abrí el libro, todas las páginas estaban en blanco. Yo creo que el autor estaba tratando de demostrar algo, pero yo creo que el tema merece más que un libro con páginas en blanco.
Yo he recibido numerosas peticiones de oración a lo largo de los años de personas que quieren que yo ore con ellos para cambiar a otras personas. Las solicitudes pueden ser algo tan simple como su deseo de que alguien sea más amable con ellos o algo tan desafiante como su deseo de que eliminen la adicción al alcohol o las drogas. Yo nunca dudo de la sinceridad de las personas que hacen la solicitud, ya que en general cada uno tiene su corazón en el lugar correcto.
Hay situaciones en las que nosotros podemos orar con confianza por otras personas y éstas son cuando las personas están experimentando condiciones que sabemos que también desearían que nosotros oremos por ellas. Un ejemplo de ésto es alguien que está en tratamiento contra el cáncer o alguna condición de salud similar. El hecho de que hayan optado por actuar o recibir tratamiento por estas condiciones implica su consentimiento para la oración. Este consentimiento siempre es absolutamente necesario.
hora las oraciones por cambios de "personalidad" son prácticamente una causa perdida. Yo pienso en ésto como algo así como WYSIWYG (lo que ves es lo que obtienes). Ninguno de los grandes practicantes de la curación rezó ni trató para que alguien tuviera un cambio de personalidad. ¿Por qué? Porque aquellas personas que pueden tener problemas de personalidad que nos turban, perturban, frustran e incluso nos confunden, están usando su poder inherente de elección para ser quienes son. Mi único consejo en tales situaciones es cambiar la forma en que miramos a otras personas. La verdad es que hay Bien en todo. Es decir, Bien espiritual. La persona que más nos irrita puede ser la persona que nos está mostrando el cambio que debemos hacer en nosotros mismos.
¡Mantengan la fe!
Henry Lee Bates
(Dr. Reverendo)
