" Tú has puesto tu cuerpo comodo y has puesto tu atención hacia el interior; has llamado al Espíritu dentro de tí a que te mueva con esa ola de energí espiritual que necesitas. Ahora, tú debes permanecer en silencio y pasivo, y tú no debes ni sugerir ni afirmar la energí que te llena, ni debes permitir que tu atención divague hacia afuera en las cosas del mundo material. Tú debes solo descansar, estar consciente y despierto, pero pasivo y receptivo. Ni siquiera "trates de sentir" la energía la cual está trabajando dentro de tí, porque tu imaginación no tiene nada que hacer con el proceso; ésto no es auto-sugestión, tampoco nunca es un proceso que hace una impresión sobre tus sentidos. Talvez no sientas nada, o puedes despertar tanto que te sentirás aterrado. Tú estás en las manos del Unico Grande que te formó de su propia substancia espiritual, y sabe mejor que nadie como perfeccionarte en cuerpo, consciencia y alma.
No hay un momento exacto durante el cual debes permanecer en silencio. Primero, tal vez sea una experiencia insatisfactoria; pero si tienes fe, tú llegarás a reconocer estos períodos cuando tú estás consciente pero sin formular pensamientos, y cuando cada célula y fibra de tu cuerpo físico está siendo limpia y re-creada, como momentos de bendiciones maravillosas. En el momento correcto cada viaje hacia el silencio terminará por sí mismo.
... No te des prisa hacia tu trabajo regular, sino pausa unos minutos y examina silenciosamente los pensamientos que vienen hacia tí. Quizás la sabiduría que tú necesitas particularmente te será revelada en este momento. Si no, tu puedes continuar tu vida, sabiendo que has sido regenerado". - Paul Ellsworth, Sanación Directa (Direct Healing, 1914) (modificada)
Todo lo que yo pueda enfatizar es que "toda sanación es hecha en el silencio" ... ya sea que nosotros deseamos sanar nuestro cuerpo físico, nuestras relaciones, nuetras finanzas, o lo que quiera que querramos experimentar más del Bien interior, finalmente, esta sanación tendrá lugar dentro de nosotros, en el silencio. En una cultura donde estamos adictos a la televisión, a los juegos de video, a la radio, a los iPods, a los teléfonos celulares, etc. ... unos cuantos minutos en la quietud del silencio puede ser como una eternidad. Pero, no importa cuan difícil, al principio, pueda ser, con la consistente práctica encontraremos nuestra vía hacia la quietud del silencio. Los beneficios del silencio son tan vastos y tan personales para cada persona que los practica, que es imposible para cualquier persona, definirlos.
Louise Hay escribió en su libro" Usted Puede Sanar Su Vida": "Había una clienta que me parecía ser muy brillante e inteligente. Su mente por lo general era astuta y rápida, y ella tenía un gran sentido de humor. Aún así no podía organizar su vida. Ella tenía sobrepeso, sin dinero, frustrada en su carrera, y sin romance durante muchos años. Ella podía aceptar todos los conceptos metafísicos; ellos tenían mucho sentido para ella. Todavía ella era demasiado astuta, demasiado rápida. Ella encontró que le era muy difícil calmarse lo suficiente como para practicar durante un significativo período de tiempo las ideas que ella podía comprender tan rápidamente en base a momento-a- momento ... Meditaciones diarias le ayudaron enormemente. Comenzamos
con solo 5 minutos al día y gradualmente trabajamos hasta llegar a 15 o 20 minutos.
El Dr. Holmes escribe que todo el proceso de dar un tratamiento espiritual mental(oración afirmativa) es una relajada tarea sin esfuerzo. Nuestro trabajo en la meditación en silencio nos dará el nivel de relajación necesario para liberarnos de las distracciones a medida que formulamos nuestras oraciones afirmativas. En este estado de la mente más relajado, nuestra mente está libre para pensar y contemplar aquello que nosotros queremos incluir en nuestra afirmación. Demasiado frecuente nuestro foco en la oración es un intento para cambiar algo en
nuestro mundo exterior de experiencia, pero ésto no puede hacerse a menos que primero nos unifiquemos e identifiquemos con el Espíritu y cambiemos algo dentro de nosotros ... y nosotros lograremos ésto en un mayor grado cuando seamos capaces de estar quietos y relajados.
Cuando nos identificamos con el Espíritu, debemos saber que la misma alegría, felicidad y armonía que es parte del Espíritu, es también parte de nosotros ... a medida que compartimos en esta Vida que es Dios. Cuando nuestra mente es consciente de estas cosas, nosotros comenzamos a afirmar aquello que deseamos experimentar. Nosotros no estamos pidiendo, no estamos rogando ... solo estamos convenciéndonos de lo que podemos aceptar, con alegría, el Bien que Dios desea para nosotros. Con frecuencia cuando nosotros terminamos nuestra oración, sentiremos el deseo de permanecer quietos y en calma por un rato, y en esta quietud de nuestra mente tal vez podemos sentir una alegría interna y gratitud. Esta alegría interna y esta gratitud es un efecto del momento que nos hemos sentado en silencio y aquietado nuestra mente. para la mayoría de nosotros, esto se convierte en un conocimiento interno de que nuestro tratamiento u oración es completa y ha logrado la cosa que le hemos encargado lograr.
Digamos con el Dr. Holmes: "Hoy día yo acepto mis propias afirmaciones. No hay nada en mí que las pueda contradecir. Yo tengo un profundo sentido interno, un sentimiento y un convencimiento y completa fe que hay una Ley del Bien gobernando todo, y que Ella está gobernando completamente, con absoluta certeza, sin desviación, sin excepción; que no hay nada que se Le oponga, nada que La cambie, nada que limite o circunscriba Su acción. Yo me entrego a esta fe. Yo vivo en su atmósfera y acepto su conclusión. Yo se que soy un ser Divino en el camino de la infinita auto-expresión y que el Dios Eterno es mi anfitrión, ahora y siempre".
¡Y ASI ES!
¡Mantengan la fe!
Rev. Dr. Henry Lee Bates
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