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miércoles, 13 de enero de 2021

explicación masculina de la espiritualidad

 [El Camino a Una Vida Maravillosa]enero 10, 2021



                 
Cuando la mente humana se comunica con la Inteligencia Única, es posible una iluminación cada vez mayor. Como se esto La historia de la espiritualidad me da la evidencia de que esta es la verdad. Gran parte de lo que leemos en la Torá y el Antiguo Testamento de la Santa Biblia se redefine en las enseñanzas de la filosofía de la Mente Maestra Jesús. Platón en el siglo III enseñó que la cumbre de la existencia era el Uno o el Bien, la fuente de todas las cosas; en la virtud y la meditación el alma tiene el poder de elevarse para alcanzar la unión con el Uno. Las enseñanzas de Platón se consideraron metafísicas y místicas y algunos de los místicos de la religión adoptaron partes de su filosofía en sus enseñanzas; es decir, San Agustín en particular.

            La única conexión común que se entreteje a través de todos estos gigantes de la iluminación es que la Fuente; también conocido como el Uno, se refiere en términos masculinos; Él, Padre, Él, Suyo, etc. Incluso cuando la filosofía metafísica se volvió más común a finales del siglo XVIII y principios del XIX, esta referencia masculina continuó.

            De la Ciencia de la Mente y el Espíritu escrito por el místico estadounidense Ernest Holmes: “La vida que vivimos es la Vida Universal que se expresa a través de nosotros, de lo contrario, ¿cómo podríamos vivir? Nuestro pensamiento y emoción es el uso que hacemos, consciente o inconscientemente, de esta Cosa creativa original que es la Causa de todo. Por lo tanto, diremos que la mente, el espíritu y la inteligencia que encontramos en nosotros mismos son mucho de este Dios original y creativo como entendemos. Que ésto no es robarle a Dios es un hecho evidente. Dado que somos, entonces somos reales y actuales y tenemos existencia; y dado que podemos reducir todo lo que existe a una unidad fundamental, encontramos que tenemos esta proposición: Hay Espíritu - o esta Causa Invisible - y nada, de lo cual todas las cosas deben ser hechas. Ahora, el Espíritu más nada deja solo al Espíritu. Por lo tanto, hay Una Causa Original y la nada de lo que estamos hechos. En otras palabras, estamos hechos de esta Cosa. Por eso se nos llama el "hijo de Dios".

            Ahora sabemos que esto es lo que somos, porque no podríamos ser otra cosa, ¡pero no sabemos cuánto de ésto somos! Cuando lo veamos como es, entonces, nos veremos a nosotros mismos como somos. Solo podemos verlo mirándolo a través de nuestros propios ojos. Por tanto, encontraremos un Dios mejor cuando hayamos llegado a un estándar más alto para el hombre. Si Dios ha de interpretarse a sí mismo, al hombre, debe interpretarse a sí mismo a través del hombre. Y el Espíritu no puede hacer ningún regalo que no aceptemos ".

            Los dos párrafos previos tomados de la Revisión Editorial de la Ciencia de la Mente publicada en 1938. Una revisión extensa del Texto Original de 1926. Ernest Holmes escribió ésto en una época en la que se suponía que "Dios" era de naturaleza masculina. Aunque Ernest Holmes escribe que "hay Espíritu ... y nada", no logró elevarse por encima de la referencia del Espíritu en términos masculinos. A la Mente Maestra Jesús se le atribuye  afirmar que "el Padre es Espíritu", pero esta declaración hizo poco para influir en la conciencia de los que vinieron después de él. En la declaración de Ernest Holmes "es por eso que somos llamados el" hijo de Dios ", esta referencia a la naturaleza masculina del Espíritu es aún más elevada. Sí, somos" de D-s "... del Espíritu, pero nuestro Espíritu no es ni Masculino o femenino.

            Entender ésto es saber que somos Humanos Divinos; tenemos una naturaleza divina y una naturaleza humana. Es nuestra Naturaleza Divina la que nos lleva a través de la eternidad, no nuestra naturaleza humana. En los términos más simplistas, nuestra relación con el Espíritu es la misma que la de las olas con el océano. Sin su conexión con el océano, la ola no tiene vida. Sin una conexión con el Espíritu no hay vida.

            A lo largo de la historia religiosa se supuso que la gente encontraba consuelo al pensar en Dios como masculino; Padre, Él. Pero esta remisión tuvo un terrible inconveniente; puso a D-s fuera de nosotros. Nos hizo "separados" de D-s en lugar de ser "parte de" y ésto trajo consigo la falsa suposición de que estamos separados el uno del otro. Mire esta declaración "en Él, vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser" y luego mire ésto "en el Espíritu, vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser". ¿Qué afirmación te suena más a verdad? Su respuesta puede marcar una diferencia dramática en cómo ve la vida aquí y en el más allá.
 

¡Mantengan la fe!
Henry Lee Bates
(Dr. Reverendo)

        

 

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